Iniciamos!


Hoy comenzamos un proceso que tiene por objeto transmitir las nociones más importantes del análisis multicriterio (AMC). El mundo de habla hispana, todo aquel que desee acompañarnos, verá lo útil que resulta esta técnica para solucionar problemas de diversa índole: desde evaluar el beneficio y valor real de una inversión, hasta analizar situaciones personales como la casa que deberíamos comprar, el trabajo que deberíamos aceptar o rechazar, o el lugar para vivir que sea más satisfactorio y adecuado a nuestras necesidades y posibilidades. Voy a contarles aquí lo fácil y lo útil que es aplicar ésta técnica, teniendo el cuidado de indicar los errores que debemos evitar para aplicarla adecuadamente. Espero  también entrar en contacto con profesionales del AMC, para que juntos podamos contribuir a engrandecer este campo de intervención profesional.

El AMC es un proceso que nos ayuda a decidir. Con papel y lápiz, corazón y mente, uno comienza por identificar los factores que debemos o deseamos tomar en cuenta a la hora de analizar un problema dado. Por ejemplo, si lo que queremos es comprar un coche, nuestro problema es elegir el coche más adecuado. Podríamos utilizar como criterios de evaluación: el precio, la potencia del motor, el tipo de coche, el confort interior, el color o la reputación que nos transmite. Un corazón ambientalista podría identificar además la producción de CO2, y un ser con sensibilidad social podría querer incluir la política de Responsabilidad Social Corporativa de la marca. La elección de los factores que decidimos incluir en el proceso de análisis es un reflejo de nuestro sistema de valores, es decir, aquellos factores que valoramos en el contexto en cuestión. Siempre, siempre, siempre existen múltiples factores a la hora de decidir. Siempre. El AMC nos permite analizar de forma clara lo importante que es para nosotros cada uno de estos factores y así elegir la mejor opción según estos parámetros.

Las fuentes bibliográficas señalan una gama amplísima de aplicaciones. Yo espero tener tiempo y vida para comentarles algunos de los casos más interesantes. Desde mi visión de practicante del AMC me he dado cuenta de lo intuitivo que resulta para el común de las personas la manera que tiene el AMC para ayudarnos a analizar los problemas. Y a pesar de esto, también he descubierto que el AMC es mucho más utilizado y conocido en los países anglosajones que en los países latinos. En el Reino Unido y en los Estados Unidos, por ejemplo, existe la profesión del “Decision Analyst”, es decir, de la persona especializada en ayudar a tomar decisiones. Esta figura es aún embrionaria en los países ibéricos e iberoamericanos. Espero que entre todos los partícipes de este blog podamos contribuir a mostrar los beneficios de esta técnica.

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