41. ¡El liderazgo está sobrevalorado!

 

Oigan… ¿saben qué?, todo el mundo quiere ser un líder… y sin embargo, esto del liderazgo parece estar sobrevalorado. Si bien es importante ser un buen líder, no hay líder que valga si carece de buenos seguidores ¿no es así? Y en cuanto al trabajo en equipo, ciertamente es importante que los miembros sepan colaborar entre ellos, pero es imprescindible que cada uno ¡sepa hacer su parte! ¿Saben por qué? ¡Porque las personas son el vínculo entre el diseño de la estrategia y su implementación!

Y no lo digo yo…, lo dice el “People Manifesto” o “Manifiesto de las personas” de la iniciativa Brightline del PMI.

Es un interesantísimo texto que me tomado la libertad de traducir y compartir a continuación.

Generalmente, se reconoce a las personas como la fuente más importante de la ventaja competitiva para una organización. Sin embargo, a menudo son el activo más malinterpretado y menos aprovechado.

Las personas forman el enlace entre el diseño de la estrategia y su ejecución; convierten las ideas en realidad; son la estrategia en movimiento. El éxito requiere una comprensión profunda de la complejidad fundamental de este elemento: NUESTRA GENTE.

El liderazgo está sobrevalorado

La importancia crítica del liderazgo se entiende bien. Los líderes senior deben conectarse para involucrar y activar al equipo de liderazgo extendido, hablar con convicción con una sola voz sobre el cambio y modelar poderosamente los nuevos comportamientos objetivo.

Así que, para lograr grandes cosas, prepárate para liderar definitivamente, pero cuando llegue el momento, también sé capaz de seguir. Aunque nos han condicionado a creer que siempre debemos liderar para ser valorados, también hay un lugar y un momento para seguir. Sigue cuando alguien más tenga una mayor competencia o visión para abordar el problema en cuestión.

Diseña las condiciones de manera que otros se sientan capaces y seguros de dar un paso adelante, y reconoce que no todos querrán o necesitarán liderar un equipo. Los líderes necesitan seguidores para tener éxito. Haz que el "seguir" sea un comportamiento valorado. En lugar de buscar siempre formas de liderar, reconoce cuándo y cómo adoptar un papel más secundario. En lugar de buscar siempre formas de crear más líderes, reconoce y apoya el papel esencial de quienes siguen.

La colaboración es clave, pero no lo es todo

La estrategia requiere contar con las personas adecuadas, cada una capaz de hacer su parte y, cuando sea necesario, trabajar bien en equipo. Cuando la tarea lo requiere, los equipos pueden romper barreras, añadir diversidad al proceso creativo y generar pensamiento y capacidad de respuesta mucho mayores que la suma de los individuos.

Es importante tener cuidado al formar estos equipos, ya sea con talento interno o externo, buscando la combinación adecuada de habilidades y capacidades, y estableciendo explícitamente las condiciones que permitan trabajar colectivamente. Reconoce que la colaboración lleva tiempo y coordinación, y que no todas las iniciativas requieren un esfuerzo en equipo. Cuando sea apropiado, otorga a las personas adecuadas la autoridad para tomar decisiones e impulsar la ejecución por sí mismas.

La cultura nunca se construye

La cultura y la estrategia están más entrelazadas que nunca. No solo la cultura debe respaldar la estrategia, sino que también debe avanzar en sintonía con una estrategia dinámica y en evolución, donde la receta comportamental para el éxito no está fija ni es estática. Aunque la cultura no puede construirse directamente ni lograrse a través de un plan o una lista de verificación, tampoco puede dejarse al azar.

Requiere comprender la complejidad de la cultura, como un "organismo" dinámico y vivo formado por la tensión colectiva entre los comportamientos y respuestas individuales. Navegar esa tensión en un entorno cada vez más complejo y cambiante depende de un sentido compartido de propósito y de una confianza legítima entre los empleados. Combinar la cultura con la estrategia es un esfuerzo complicado y nunca terminado en el que se deben guiar influencias, evaluar resultados y ajustar el enfoque para construir ventajas conductuales que generen estrategias ganadoras.

Las personas actúan según su propio interés

El cambio es una empresa humana y, como tal, puede hacer que la implementación de una estrategia sea un proceso complicado y confuso. Las personas tienen diferentes intereses, motivaciones y tolerancia, lo que influye en sus comportamientos y crea posibles desalineaciones y barreras. Su respuesta puede no parecer racional al principio, ya que el cambio a menudo se percibe como una amenaza. Las nuevas estrategias siempre requieren formas diferentes de trabajar, por lo que los líderes deben reconocer el tiempo y el esfuerzo necesarios para cambiar los intereses, mentalidades y comportamientos individuales.

Incluso cuando las personas puedan estar convencidas de que los cambios son en interés colectivo, sus comportamientos individuales pueden no estar alineados si el costo personal del cambio parece demasiado alto. Busca estos comportamientos arraigados y crea condiciones y diálogos que hagan que el cambio sea deseable a nivel individual y, al mismo tiempo, esté alineado con el interés más amplio. Siempre trata a las personas con respeto, pero sé explícito y decidido sobre las consecuencias de no participar en los nuevos comportamientos o de volver a las antiguas formas de trabajo. Acepta que no todos harán el cambio.

Espero sirva y guste.

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