38. "The Decision-Driven Organization"

(Tiempo de lectura: 5 minutosEn un interesante artículo en la revista Harvard Business Review, Blenko, Mankins y Rogers (2010), https://hbr.org/2010/06/the-decision-driven-organization, decían más o menos lo siguiente:
Muchos ejecutivos asumen que la estructura organizacional es un factor determinante para impulsar el desempeño de sus empresas. Según los autores, casi la mitad de los gerentes generales lanzan una reestructuración durante los primeros años de su gestión. Algunos apuntan a lograr cambios culturales o reducir costos o promover el crecimiento empresarial. Sin embargo, un estudio de Bain & Company encontró que, de 57 reestructuraciones entre 2000 y 2006, menos de un tercio produjo alguna mejora significativa. La mayoría no tuvo ningún efecto y algunas incluso destruyeron el valor. Chrysler, por ejemplo, reorganizó sus operaciones tres veces en los tres años anteriores a su quiebra. Triste, ¿no?
La razón parece ser que muchos ejecutivos entienden mal la relación que existe entre estructura, recursos y desempeño empresarial. Una empresa sana puede estar asentada sobre una estructura eficiente, tener recursos disponibles y de calidad, y de todas maneras fracasar en la ejecución de su estrategia. ¿Qué falta? Los autores del artículo sostienen que el ingrediente faltante es la reflexión fundamental acerca de la forma cómo la organización toma sus decisiones. 
En efecto, la estructura organizacional no es el único factor determinante del desempeño empresarial. Más bien, el valor de la empresa radica en la calidad de las decisiones que se toman y ejecutan. Siendo así, los autores sostienen que es más importante hacer una auditoría de los mecanismos de toma de decisiones en la empresa, que un análisis de la estructura organizacional. 
¿Cómo debería ser una organización que toma decisiones de calidad?
Una organización que toma decisiones de calidad es una organización que analiza SISTEMÁTICA y CUANTITATIVAMENTE el efecto de sus decisiones en el logro de sus objetivos estratégicos. En otras palabras, es una organización que conoce y aplica procedimientos sistemáticos (es decir, un método) para analizar paso a paso cada uno de los elementos que intervienen en el contexto de decisión. Es una organización que evita actuar sólo según el instinto y la intuición de sus altos ejecutivos, sino m´s bien que es capaz de analizar las RAZONES SUBYACENTES de cada una de las propuestas de sus ejecutivos, traduciendo estas intuiciones en el lenguaje de la lógica y la racionalidad. En otras palabras, encuentra y hace explícitas las razones para tomar un determinado curso de acción.
Existe un grupo en Norteamérica denominado “Strategic Decisions Group”, que ha identificado seis ingredientes de la toma de decisiones de calidad:

https://sdg.com/thought-leadership/decision-quality-defined/

1. Establecer el contexto de decisión adecuado

2. Investigar y recopilar información acerca de las alternativas disponibles;

3. Aclarar los criterios de evaluación que deberá utilizar para analizar la decisión (¡y no solo los aspectos financieros!);

4. Recabar datos significativos;

5. Utilizar razonamiento lógico; y

6. Comprometerse a llevar a cabo la decisión que se haya tomado.

Más o menos en este sentido, en 2016 publiqué un post que identificaba cinco elementos para la toma de decisiones de calidad:

https://analisismulticriterio.blogspot.com/2016/08/decidir-con-calidad-es-decidir-con.html

1. Desconfía de tu mente subconsciente (es decir, da cuenta de los sesgos cognitivos que pudieras tener);

2. Crea tus alternativas (es decir, no te limites a analizar las alternativas que tienes a mano);

3. Define tu sistema de valores (es decir, tus objetivos y criterios de evaluación);

4. Evalúa la calidad de la información disponible (es decir, da cuenta de la incertidumbre inherente); y

5. Utiliza la lógica (es decir, utiliza modelos matemáticos para la toma de decisiones).

En resumen, pensamos que la estructura organizacional no es el elemento más importante para mejorar el desempeño empresarial, entendido éste como el logro de los objetivos estratégicos de la empresa. En vez de ello, sostenemos que el elemento más importante para lograr los objetivos planteados es tener claridad en la toma de decisiones. Decidir con calidad es decidir con claridad. Y decidir con claridad implica poner en negro sobre blanco, en papel, el sistema de valores que sustentará todos los procesos de toma de decisiones. Hacerlo así facilita automáticamente la toma de decisiones participativa, la inteligencia colectiva, la racionalidad, la transparencia y la subsidiaridad, asegurando que las decisiones se tomen en beneficio de los actores principales del negocio.

Espero sirva y guste.

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