36. Los siete ingredientes del éxito estratégico

(Tiempo de lectura: 5 minutos) Comparto con ustedes algunos elementos de planificación estratégica que a lo largo de los años y por prueba y error he ido identificando como ingredientes importantes, diría incluso imprescindibles, si queremos deleitarnos con el cóctel del éxito en nuestras organizaciones. 

Por acción u omisión, el estado de una organización es resultado de las decisiones estratégicas que se toman anticipadamente. Un desarrollo pujante y sostenido va siempre de la mano de la ejecución de una estrategia inteligente. 

¿Cuál es la base del cóctel? Podría decir que el curso de acción que se define durante el proceso de planificación estratégica debiera basarse en el análisis de información objetiva, considerando de forma explícita las fuentes de incertidumbre para actuar proactivamente. 

Estos son los tres ingredientes básicos de la formulación estratégica: 

(1) definir métricas SMART para los objetivos fundamentales; 

(2) ser REALISTA en cuanto a la estimación de lo que la organización es capaz de lograr, pero a la vez plantear RETOS fuera de las zonas de confort de los ejecutivos; y 

(3) que su formulación sea SIMPLE pero no simplista (el principio KISS), es decir, evitar redundancias y grandilocuencias, y enfocar la esencia y no los detalles, los cuales serán definidos luego a nivel de proyectos estratégicos. 

Batir bien, pues estos componentes plantean un equilibrio inestable difícil de lograr. La formulación estratégica es un arte que debe ser logrado con ciencia y conciencia; y el proceso de planificación debiera ser liderado por un equipo especializado que utilice un enfoque participativo. 

Una vez batido, destapar y dejar reposar un corto tiempo. De ser necesario, añadir sentido común al gusto y mezclar nuevamente. 

Una estrategia realista, inteligente, persuasiva y basada en datos no vale nada si no va acompañada de un puñado de ingredientes adicionales sin los cuales, por muy buena que sea, estará destinada al fracaso. Nuestra experiencia permite identificar cuatro ingredientes adicionales importantes para la ejecución de una estrategia inteligente: 

(4) Comunicación 

Una vez definida la estrategia, ésta debe ser comunicada a los actores de una manera tal que logre generar un sentido de propósito común, una orientación compartida que permita dirigir los esfuerzos de todos en un mismo sentido. La estrategia debe ser comunicada utilizando lenguaje y medios específicamente diseñados para cada nivel, para facilitar la comprensión de lo que se desea lograr. 

Salvando los niveles de acceso a la información, el avance paulatino en los resultados debe ser comunicado periódicamente a toda la organización, con el propósito de generar un sentido de propósito común y sinergias. 

(5) Responsabilización (accountability) 

Se debe identificar a los actores que tienen mayor influencia en los recursos requeridos, consensuar las metas con ellos y asociar su evaluación a la consecución de dichas metas. La evaluación debe ser recurrente, en varios tramos a lo largo del período de implementación. 

(6) Recursos 

Al estar las metas asociadas a la evaluación del desempeño de los actores prioritarios, al consensuar dichas metas éstos se cerciorarán de contar con los recursos necesarios y suficientes para lograr el propósito marcado, pues de eso dependen sus propios logros. 

Las acciones estratégicas deben ser formuladas en términos de proyectos; y éstos planificados y ejecutados conforme a prácticas estandarizadas -por ejemplo las del PMBOK- para facilitar su monitoreo y control, así como la comparación entre proyectos y la acción proactiva basada en el análisis de riesgos. 

(7) Agilidad 

Agilidad va asociada a cambio; y cambio a proactividad. Los factores internos y externos sobre los cuales se ha diseñado la estrategia -los supuestos y restricciones-, deben ser monitoreados continuamente para identificar de forma oportuna la necesidad de modificación en los objetivos y metas estratégicas. 

En caso sea identificada la necesidad de un cambio de rumbo en la estrategia, esta debe ser analizada sin demora, sobre la marcha; y de ser preciso, el cambio implementado de manera ágil. La simplicidad de la formulación estratégica contribuirá a la implementación ágil de los cambios.

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